miércoles, 6 de abril de 2016

Lugares: Polonia. La Segunda Guerra Mundial

Una semana en un país, Polonia, que es algo menos poblado y algo mas pequeño que España pero parecido a fin de cuentas, que es muy religioso y con un sentimiento nacionalista grande y comprensible: Lo que pasó en Polonia entre 1939 y 1945 es historia de la humanidad y debe ser conocido, sentido y contado. El genocidio de los judíos (mayormente, también homosexuales, gitanos y prisioneros de guerra) en 6 campos de exterminio, los levantamientos armados civiles, la destrucción total (y total es total, 5 de cada 6 edificios derruidos) de Varsovia, la traición enorme de Stalin y, en menor medida de Churchill y de Roosevelt. Un pueblo estoico, católico, eslavo empujado por el camino del dolor. Solamente he estado en Varsovia, en Cracovia y en Oswieçim pero ha sido suficiente para comprender lo que fue la gran guerra, el más absoluto apocalipsis. Antes que eso un país histórico pero dividido que conservó su identidad y se liberó tras la primera guerra mundial. Así como conocer Roma es conocer la antigüedad creo que conocer Polonia es conocer el siglo XX en Europa.

VARSOVIA. EL ALZAMIENTO. 1 de Agosto de 1944

Varsovia, capital desde Fue totalmente destruida en otoño de 1944, una vez aniquilado el alzamiento civil, dirigido por el gobierno en el exilio. En 63 días murieron 267.000 personas, las mismas que el 11s cada día durante dos meses. Los rusos esperaron al otro lado del río Vistula (un río por otro lado totalmente olvidado a nivel urbanístico, la ciudad vive a su espalda) a que no quedara nada, a entrar en un erial, en un acto tremendamente vil, digno de un ser atroz como fue Stalin. Cuando entraron, finalmente, en enero de 1945 quedaban solamente 1000 personas viviendo en la ciudad: la orden de Alemania fue clara: exterminar y eliminar la ciudad completa. Luego los polacos la reconstruyeron piedra a piedra, la mínima Ciudad Vieja, colorida, con la Plaza del Mercado y la legendaria sirena, el Palacio Real, la calle Nuevo Mundo.... Varsovia hoy en día es llamativamente amplia, con ese punto cuadriculado y gigantesco del comunismo soviético pero cosmopolita, con una oferta de ocio enorme, rascacielos, museos, hoteles de referencia... Es más Madrid que Barcelona, para que me entendáis. 

CRACOVIA. EL HOLOCAUSTO.

Cracovia es milenaria, universitaria y católica.  Fue la capital de Polonia hasta principios del siglo XVII y recoge la tradición de arquitectura y religión de las grandes ciudades medievales, con iglesias preciosas, de todos los estilos, desde el prerrománico al barroco, calles empedradas y una gigantesca plaza del mercado, centro vital de la ciudad, dominada por la asimétrica y bella Iglesia de Santa María. Aquí, en la legendaria universidad de Cracovia, estudiaron Copérnico y Juan Pablo II. La colina de Wawel es, junto a la citada plaza, el otro polo de una ciudad que tiene un punto de orgullo, de pasado glorioso. El castillo y la catedral, tremendamente recargada pero alegre, poco mística dominan desde Wawel las calles medievales por la que fluye un numero increíble de españoles. O está de moda o las conexiones de Ryanair son muy buenas. Cracovia parece bohemia y sobrepasada por el turismo, pero  es bella e histórica, medieval. Es más Barcelona que Madrid, para que me entendáis.

50 km al oeste está Oswiecin y, allí, Auschwitz, uno de los sitios que debería visitar cualquiera que quiera conocer la historia de la humanidad. ¿Porqué? Pues porque es el mayor centro de exterminio concebido como tal de la historia de la humanidad. Es, como lo son los otros 5 campos de exterminio Treblinka, Sobibor, Belzec, Majdanek y Chelmno, el único caso registrado en el que matar se entiende como una industria, como producción pura y dura. Un ejemplo: el pelo de las víctimas (hasta 10.000 diarias) se vendía a la industria textil para hacer tejidos. Murió mas gente en este diminuto pueblo que todas las víctimas americanas y británicas juntas durante toda la guerra, alrededor de 1.100.000. La mayoría, judios. ¿Que fue de Alemania? ¿Como fue posible aquello? es absolutamente increíble. Cuando uno ve al ISIS u otros salvajes y los compara con los nazis quedan como corderitos inocentes, como aprendices pueriles del horror.

OTRAS PINCELADAS.

Religión: Semana Santa en Polonia es como Navidad en España. La gente, el Sábado santo, lleva la comida en unas cestas decoradas a las iglesias para que sean bendecidos dichos alimentos.

Gastronomía: Un poco limitada, muy basada en la carne pero muy interesante. Destaco el Bigos, una carne guisada y mezclada con col y espaciada que se toma en una torta de pan vaciada al efecto. Y las sopas, riquísimas, con salchichas y verduras.

Bebidas: Lo único abierto el domingo de pascua eran el Starbucks y las tiendas de alcohol 24 horas. Por circunstancias me tocó esperar al lado de una y fluía la gente que iba a por priva. Por lo visto beben bastante. la cerveza es suave y mal tirada, aunque rica y el vodka es el referente después de comer

Futbol: El Legia en Varsovia y el Wisla en Cracovia son equipos de referencia en ambas ciudades, con multitud de simbología y graffitis en las calles. Se sigue y gusta mucho, como en todas partes. Creo que no hay nada tan universal como el futbol.

Trenes: Rápidos y funcionales, modernos, mejores que los convencionales nuestros pero menos lujosos que nuestro AVE. Cracovia Varsovia son 2h 30 minutos muy cómodos y las estaciones son grandes, limpias y fáciles de interpretar (No como Barcelona Sants)

Couchsurfing: Otra vez más he conocido gente maravillosa. Gracias Ekaterina, te espero en España.