lunes, 11 de marzo de 2013

Humo

6 meses y pico sin escribir... nueva casa (en Donosti, en Amara), libertad de hipoteca y similares inquietudes.

La casa es realmente pequeña, acogedora vista con mis buenos ojos. La cocina es suficiente, una mesa redonda, horno y lavavajillas. El baño extraño, triangular con una bañera-jacuzzi haciendo esquina y techo abuhardillado. La estancia principal es rectangular. Al fondo la cama (mi cama), más cerca y un armario mediante, el sofá la tele y resto de elementos de ocio. Y pegado a la cocina una terraza diminuta donde, sentado en un taburete de madera, apuro mis detestados y amados cigarrillos.

Vuelta a empezar, a matarme poco a poco ingiriendo nicotina y alquitrán. Fueron buenos tiempos los 15 o 16 meses sin humo, seguidos de una transición con picadura para volver. Me odio por no haberlo hecho durar, por tontear con la muerte, por saciarme sin mirar más allá. Consumido, ceniza y humo.

La rutina es la misma, conducir, hablar por teléfono, todo, otra vez, con una mano. Como si fuera manco. No le basta con carcomerte los pulmones, con dejarte la garganta como lija, también te deja sin un brazo, sin una mano, dedicada a sostener entre el indice y el corazón el cigarrillo.

Ha vuelto la tos seca, el picor matutino de garganta. Ha vuelto la ansiedad, el detener una película a la mitad y el frío de la calle. Soy un ser débil pero, en mi esencia, busco pequeñas fortalezas, intento rehacerme y lo volveré a hacer. Me despediré para siempre de ti, Chesterfield, que siempre ocupas mi bolsillo, mi papelera y mi vida. Poco a poco, convertiré esta recaída en un diente de sierra.

Humo, en sentido figurado, también puede considerarse la información poco fundada, las medias verdades. En ese sentido, vivimos una época de humo que se difumina cuyo problema es que, detrás de ese humo, no está el cielo azul ni un árbol, solamente más humo.

El país está absolutamente destrozado. Se considera una buena noticia que los profesionales (aptos) de este país, emigren. Se considera un éxito, su éxito, obviando que es (y fue) la única salida, no una opción. Oigo y oigo a los políticos y me siento maltratado. Siento mi inteligencia arrastrada por el fango y mi criterio barrido. Se creen que nos engañan pero se equivocan: Nos creemos sus mentiras no porque seamos imbéciles, sino porque no nos queda más remedio. El camino (mi camino) es la vida, mis amigos, mi familia, Cardiff, Senegal. Tomarme una cerveza helada y ver The Wire. Planificar un viaje, llorar con los míos. Compro vuestro humo porque no me queda más remedio y porque me importa un bledo. No os voté y no os votaré. Ni el PP (corrupto hasta la médula, mentiroso y abyecto), ni el PSOE (también corrupto, inútil y sin ideología) mereceréis mi reconocimiento en los sufragios.

Ejemplos de venta de humo son:

  • Pensar que Luis Bárcenas miente y nunca hubo sobres en el PP (como nos dicen, aunque las pruebas son auténticas).
  • Pensar que la situación va a mejorar por el camino de destruir los servicios públicos (lo que nos dicen de recortar en pos del déficit)
  • Pensar que las cifras de déficit público y resto de parámetros cocinados que nos dan son verdad (como nos dicen, aunque no cuadren)
  • Pensar que otro partido haría diferente (como sugiere el PSOE, que lo hizo hasta peor).
  • Pensar que mandan los que parece que mandan (como pone la ley: la gran estafa, Botín y compañía manejan, el resto obedecen)


No soporto a los políticos de este país, opacos e imbéciles, mentirosos compulsivos, prevaricadores. El abismo está cada vez más cerca. Los valores se destruyen y la sociedad camina hacia un solar sin sanidad digna, sin clase media, sin educación. Estamos asistiendo a la desaparición de la clase media, al nacimiento de una sociedad de castas, donde los políticos y resto de representantes del sistema (como los sindicatos) deciden diciendo que lo hacen en aras del pueblo pero solamente pensando en ellos mismos, sin ningún tipo de vocación, sin nada más (ni nada menos) en el horizonte que sus propios intereses. Para muestra:


  • Se indulta por doquier a quien le sale en gana, banqueros etc..., eliminando, de facto, el poder judicial.
  • Manejan la policía con criterios políticos.
  • Se colocan ex políticos como churros, aparte de familiares y partidarios. Cada vez más, sin tapujos. Los maridos de Cospedal y Saénz de Santamaria, los últimos. Ésto es corrupción. Por supuesto, no legislan sobre este asunto, faltaría más.
  • Se respetan en las decisiones que les afectan pero se fagocitan en las que afectan a la ciudadanía. Para el pueblo un rasero, para ellos otro.



El humo invade mi vida. Por último os dejo un enlace de gente que intenta decir la verdad o, al menos, su verdad.

http://www.colectivoburbuja.org

Un saludo amigos lectores.


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