miércoles, 30 de abril de 2014

Algunas series buenas

La libertad creativa es básica para poder crear. ¿Redundante? ¿Evidente? No tanto. Una muestra: el cine español, preso de prejuicios y productores caducos, supuestas tendencias, fórmulas mágicas... Patrañas. Libertad creativa, insisto y talento, ese y no otro, es el cocktail del éxito. Prueba, error, claro, saldrán cosas malas pero la buena será indeleble. La cadena HBO y, recientemente, la AMC, que se la vienen jugando, dotando a los creadores del máximo albedrío y han revolucionado el mercado. A día de hoy las mejores producciones audiovisuales de la última década son series y no películas, hecho inédito.

Algunos ejemplos que he visto recientemente.

TRUE DETECTIVE

2013 es el año de Matthew McConaughey. Inolvidable en "El lobo de Wall Street", Óscar por "Dallas Buyers Club" y como colofón la más impresionante interpretación que he visto en mucho tiempo (quizás en mi vida) en True Detective. Interpretando al melancólico y pérfido Rusht Cole alcanza la dimensión del hechizo, representando a lo largo de 17 años lo mejor y lo peor de las personas. Aquel guapetón ha madurado y se ha reinventado a lo bestia.

True Detective es maravillosa, desde varios ángulos. El motor de una eterna investigación policial, contrapone a McConaughey y Woody Harrelson como dos policías opuestos y deprimidos, perfilados psicológicamente hasta el extremo, retorcidos por sus errores, la vida y la muerte. Marty Hart (Harrelson) es el buen padre de familia aparente con un interior movedizo y destructivo. Mientras, Cohle es inteligente y antisocial, místico y poderoso, magnético, pero malvado e inútil. Juntos por el destino, cada uno purga su vida como puede, bañados en alcohol y vicios indefendibles.

Los inmensos pantanos de Louisiana, despoblados y verdes, tugurios de sexo fácil, alcohol y drogas , propiedades arrasadas, símbolos satánicos, en busca del mal más ensañado, más cruel y desnudo. Cerveza Lonestar, furgonetas pickup, rectas eternas.... ¿que es Carcoosa? ¿que es lo que está pasando?, a menudo que la trama avanza, te retuerce y te engancha. Atrapado en esas comisarías, absorto en dos monstruos de cara amable, ésta serie me ha llenado más que muchas oscarizadas producciones. Ocho capítulos de 55 minutos para la eternidad.

THE KILLING

Remake americano de una producción danesa, también policiaco como el anterior no es una producción tan buena como la anterior pero tensa desde el minuto uno, melancólica y gris, triste, tiene un aire de Twin Peaks, policiaco... anatomía de la investigación policial, quizás decaiga algo al final pero no deja de ser un producto recomendable. La belleza extraña de la protagonista,  la detective de homicidios Sarah Linden (interpretada por Mireille Enos) es hipnótica: Sin ser guapa es irresistible. A través de sus ansias de cambio, de su deseo débil, nos pasea por un Seattle decadente, cuna del Grunge, primer Starbucks, con un horizonte soleado y acompañada que no acaba de perfilarse.

La trama es potente pero tiene un defecto en las ansias lucrativas de los productores, decepcionando al final. Esperemos que la segunda temporada mantenga la melancolía y no se enrede más de lo necesario.

BREAKING BAD

Rompedora y genial, novedosa e irregular es actualmente una serie de culto. Mi opinión es que en años se considerará un producto menor por los profundos valles que atraviesa en la tercera y cuarta temporada pero aún así, es una maravilla. ¿Quien no ha pensado en pasarse, alguna vez, al lado oscuro? Breaking Bad engancha por su conexión con instintos bajos y, más o menos, dominados que todos tenemos arraigados, la ruptura, el cambio de vida, la insubordinación ante una vida que, a menudo, nos aplasta con sus rutinas y normas.

Convertido en fabricante de cristal, el eminente pero gris Químico Walter White (Bryan Cranston), al cual no le alcanzaba su sueldo de profesor para mantener a su mujer embarazada y a su hijo discapacitado, se torna en un pseudo triunfador, apodado Heisenberg, de mente cruel y perniciosa, descarnada, cancerígena. El contacto con el mal le pervierte y nos pervierte a todos. Él carga con casi toda la trama pero yo me quedo con su extraordinariamente atractiva mujer, Skyler, dulce y firme, enamorada y adaptable, atrapada por las decisiones de su marido en un mundo que no deseaba a priori.

Genial por inesperado el narcocorrido que abre un capitulo:



Vuelvo a recordar The Wire y The Sopranos como parte de mi vida. Ya reincorporado, con Estambul en el recuerdo, sus mezquitas, su historia como capital de tres imperios, vuelve la primavera de San Sebastian, caprichosa y quiero comerme el mundo, como Tony Soprano. La vida es un tránsito. Camboya y Senegal en el horizonte.





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