martes, 3 de mayo de 2011

Lugares: New York

Franky ojos azules dijo: "I want to wake up in that city that never sleeps"...., y no pude dejar de tararearlo en los 11 dias que estuve por allí. Cuando subimos emocionados al Rockefeller Center con su vista de 360 grados...., al norte Central Park y Harlem, el lujoso Upper East Side y el Bronx...., al sur el distrito financiero, sin las torres..., el Soho, Brooklyn y Mss. Liberty.... Hoy vuelve a mi en el dia en que se supone que Bin Laden ha sido cazado la emoción que sentí cuando vi los nombres de las 3000 victimas de los atentados de 2001. Uno cuando ve una cifra no se imagina lo que realmente supone. Cuando los 3000 nombres se escriben uno detras de otro ocupan una fachada entera.
También me emocioné junto al edificio Dakota donde asesinaron a John Lennon, uno de los pocos ídolos que he tenido (quizás junto a Freddie Mercury y Paul Newman). Imaginé a Yoko Ono con las manos manchadas de su amado mientras a éste se le escapaba la vida. Escuchaba "A day in the Life" dentro de mi.
Broadway atraviesa Manhattan desde Harlem hasta Chinatown y cruza y da forma a Times Square, un festival de luz. Precisamente en lo que ahora es Chinatown a principios de siglo Vito Andolini fundó Genco Oil cuando la miseria y la emigración acuciaban Europa y no Asia y Africa como ahora. Como todos los inmigrantes que llegaban en barco a USA, paraban en Ellis Island, enfrente de Manhattan y de la estatua de la Libertad donde eran investigados médica y políticamente antes de autorizarles la entrada. Los italianos se situaron en el lado oeste de Manhattan y allí a Vito, que por entonces ya había cambiado su apellido a Corleone, le dispararon cuando iba a comprar fruta enfrente de su casa en Little Italy.
El Empire State domina junto al Chrysler Building el Mid Town de Manhattan, la zona de expansión de la primera mitad del siglo XX. Fueron los edificios más altos del mundo. Es la zona de las tiendas de la quinta avenida, donde Audrey Hepburn se quedaba clavada en el escaparate de Tiffanys envuelta en negro.... Allí está el Madison Square Garden, en la calle 34 con la Séptima y, enfrente, el nido donde nos quedamos, el Hotel Pennsylvania. Mucho mas lejos, en el Bronx se encuentra el estadio de los Yankees donde jugó Joe Dimaggio y donde compré en la reventa entradas a un aprendiz de rapero de camiseta blanca y pantalones caidos. Desde el Madison (donde jugaron Willis Reed y Patrick Ewing) hacia el sur puedes bajar por cualquier avenida, pero si bajas por Broadway, te encontrarás el imponente Flatiron Building y Union Square donde pudimos comprar fruta en los puestos Amish. Hacia el norte si vas por el oeste llegarás a Times Square y por el este a Park Avenue y Madison Avenue te conducirán al glamuroso Upper East Side. Al sur de esas calles el edificio de las naciones unidas y un precioso paseo por la ribera del Hudson hacia Chinatown, con vistas a Brooklyn. Desde ahí sumergirse en el Soho o llegarse a Wall Street. O sentarse en un banco y solamente ver pasar la gente.
La comida en la ciudad es tema aparte. la oferta es infinita, hot dogs a 1 dolar por la calle, Hamburguesas con guarnición a 25 dolares, las mejores Pizzas del mundo (incluida Italia) en Arturo`s, restaurantes donde solo se puede entrar de etiqueta... los neoyorquinos practican el After work, o sea, tomar algo después del trabajo. Una cerveza y una ración de Nachos con guacamole rodeado de sofisticadas y yuppies es una buena experiencia. Ahora sí pagarás 30 dolares más la obligatoria propina.
Brooklyn, Queens y el Bronx esperan al otro lado del Hudson. Los puentes de New York darían para una entrada del blog, pero me quedaré con el de Brooklyn por encima del resto por su armazón de piedra y su rotundidad. Los chicos de "Erase una vez en América" jugando a la pelota debajo de su enormidad. Desde Brooklyn Highs al atardecer uno comprende la grandeza de Manhattan. Allí se crió Mike Tyson. A Staten Island, el quinto distrito, solo se llega en ferry o a través del puente Verrazano.
Dalí y Picasso son venerados en el Moma lo que supone un orgullo. El Metropolitan es inabarcable y gratuito y el Guggenheim es caro y moderno. En la Neuegalerie casi me caigo de la emoción al observar a Klimt en estado puro. Museos infinitos..., decenas de musicales a 130 dolares la entrada, entre los que elegimos Chicago. El arte y la City..., las artes figurativas y la pasión que puede haber en un patronato que se llevo hasta un templo egipcio entero hasta el museo Metropolitano.
Uno es capaz de imaginar los sitios pero New York tiene la grandeza de no defraudar las expectativas que genera el hecho de que todo el mundo ya lo conoce antes de ir allí. Todos hemos paseado con Woody Allen por Tribeca, vimos el desastre del 11-S y hemos acompañado a Sarah Jessica Parker hasta la tienda de Manolo Blahnik. Uno espera encontrarse a Robert de Niro o a Gwinyeth Palthrow al voltear la esquina en Greenwich Village. Todos sabemos que los taxis son amarillos y los coches de policia azules y blancos. Que hay muchos obesos y que es multicultural. Y así es. El misterio de New York es que ya lo conoces y aun así, sorprende. Sorprendió a García Lorca y a Vargas Llosa. Me sorprendió a mi. "These vagabond shoes..., they´re longing to stray...", Siempre Frank, siempre New York.

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