miércoles, 8 de febrero de 2012

Gestionando empresas, gestionando personas

El sueldo medio de los altos directivos de telefónica es 103 veces mayor que el sueldo medio de la plantilla, 2,73 millones de euros contra 26.000.

http://graficos.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/mercados-y-bolsas/diferencia-de-sueldo-entre-las-cupulas-del-ibex-35-y-sus-plantillas_ELZiwC9dkTfocYnxSzWWU3/

Es un caso extremo dentro de las empresas del IBEX pero, ojo, se comparan dos medias, tampoco se están comparando el mayor sueldo con el menor.

¿Realmente un alto directivo aporta el valor a la empresa de manera proporcional a su sueldo?. O, planteándolo de otra manera, ¿si intercambiaramos al consejero delegado con un carretillero (v.g.), ¿en cuanto se vería afectado el rendimiento de la empresa?. Y añado, ¿y si al carretillero le formaramos con un M.B.A. y le dotáramos de un cierto currículum?.  Lo que quiero decir es que existe una oligarquía que se está forrando sin merecerlo, que está íntimamente unida al sistema y que va a defender su posición con uñas y dientes. A lo único que debemos aferrarnos es a no convertirnos en tontos útiles, en no acabar defendiéndolos sin querer, haciéndonos parte de un sistema que se perpetúa.

Además, las veces (pocas) que he tenido acceso a este tipo de altos directivos, o gente que gana una pasta en general, he constatado que en ningún caso se trata de personas especialmente brillantes y no son especialmente buenos gestores ni negociadores. ¿Cuales han sido sus argumentos para ganar lo que ganan? Pues sobre todo la ambición y la capacidad de trabajo, ademas de la proveniencia social y, en algún caso, la voluntad de emprender. Y en algún caso una chispa de suerte. No detecto como virtudes comunes la brillantez y la inteligencia, ni la claridad en la exposición, ni mucho menos la genialidad ni la creatividad. Estas características cotizan a la baja.

Un motivo fundamental de este análisis que hago (y que está basado en mi humilde y corta percepción y, seguramente, está repleto de excepciones) es el adoctrinamiento que se hace en los M.B.A. respecto a la economia de mercado, evaluación de costes y gestión de la empresa. También por supuesto en la sacralización del resultado económico frente a otras variables. Hoy en día el que aspire a ser algo en una empresa o se sube al carro (bien montado, importado de USA) de los MBA o que se vaya olvidando. Allí le engrasarán con los conceptos dominantes en el sistema de hoy. Durante un tiempo tuve tentaciones de meterme en un curso de estos para aspirar a ganar más dinero, pero lo he desechado: seguiré un poco más nadando contracorriente.

De todos modos, en mi trabajo me toca decidir cosas a diario y gestionar personas y medios, tareas que intento desempeñar de la mejor manera posible y adecuada a mis principios. Si encontrara formación que se adecuara a los mismos, lo haría encantado, pero hoy por hoy, estos Másters que cuestan decenas de miles de euros van en dirección contraria. La idea es sacar directivos como churros, perfectamente adiestrados y predecibles.

En mi día a día, algunas de las ideas que intento aplicar son:

  • Intenta mejorar la vida de tus compañeros de trabajo, de tus subordinados, no achuchando excesivamente e intentando comprender, racionalizando horarios, escuchando y siendo cercano, y de tus jefes, hablándoles con claridad e intentando comprenderles. 

  • Las personas hacen lo que hacen, siempre, por algo. Siempre hay un motivo para que alguien de un paso en alguna dirección. Cuando encuentres errores o trabajos mal realizados, intenta saber porqué el resultado ha sido ese. Normalmente, existen causas justificadas y por ahí debe encauzarse la solución y la prevención de errores futuros. Hay que empatizar con las personas, tratar de entender porqué se hacen las cosas. Como, además, yo lo delego todo, es muy importante transmitir que se actúe en conciencia y que cualquiera tiene derecho a equivocarse. Y poner la cara cuando las cosas vengan mal dadas (y que tu equipo sepa que eso va a pasar).

  • Decide rápido y dejándote llevar por las emociones y la intuición. Se gana tiempo y se acierta de manera similar. No digo que las cosas no se analicen, ahí si se puede "perder" tiempo, en el análisis, pero, una vez analizado el problema, decide ya, no lo aparques. Una toma de decisiones rápida libera trabajo a tu equipo y les permite avanzar, ademas de generar confianza en que se resolverá aquello que pudieran plantear. Los bloqueos normalmente provienen de una excesiva dilación en la toma de decisiones, normalmente en un determinado escalón y siempre en el mismo. Ah!, y, por cierto, ante la duda en la toma de decisiones, ponte siempre del lado del más débil.

  • Identifica el objetivo de las actuaciones o de los informes y no lo desvíes nunca. Si algo tiene que quedar bien, el objetivo no es que salga barato, por ejemplo. Si algo tiene que estar ya, pues debería aceptarse que no vaya encuadernado sino con una grapa.

  • Fomenta la creatividad entre tus compañeros y en ti mismo. Esto se puede hacer (o intentar) de una manera sencilla: Cuando alguien te diga que algo se hace como se hace porque siempre se ha hecho así, ¡no le hagas caso!, vete al origen y trata de hacerlo de manera diferente.


Realmente lo único a lo que aspiro en la vida es a que la gente sea cariñosa conmigo y a tener, cuando lo necesite, un cierto colchón social. En el trabajo debemos intentar que se noten nuestros principios y no perder el decoro ni la honestidad por ganar dinero. El día que en un MBA se enseñe esto, allí estaré. Hasta entonces, sigo pensando en África.

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