miércoles, 12 de junio de 2013

Y comieron perdices....

¿Que corta es la vida, verdad? ¿cuantos buenos momentos recordamos? Ahora que sale el sol, recuerdo una tarde en Chez Diao, África, un plato de arroz con pescado, cerveza Flag helada y sudor, sillas de mimbre y mesas bajas. En cierto sentido, ese día comenzó la crisis.

Retrocediendo, la vida me ha dado muchas más alegrías que tristezas. Quizás no sé hasta que punto lo he agradecido, no sé si yo he dado más tristezas o alegrías a la gente que me rodea, y, en ese sentido, me siento en deuda con el mundo. De ese modo, intento estar cerca de la gente que me rodea, metafóricamente, al menos, en los malos momentos (claro!) y trato de disfrutar junto a ellos en los buenos, con ellos. Senegal me ha aportado tranquilidad, ha modelado mis valores y aquello que defendemos en Yakaar, lo siento como obligación intentar trasladarlo al día a día. Valores como la solidaridad, la igualdad, el apoyo al débil están ahí, delante nuestro, todos los días y debemos intentarlo. La vida es la relación que tenemos con las personas y debemos tratar de mejorar las vidas de los otros.

A través del camino, he tenido la suerte de conocer a gente maravillosa. De hecho, no soy capaz de decir más de tres o cuatro personas de todas las que he conocido en toda mi vida que no merezcan la pena. Es curioso el mundo que nos rodea: la complejidad de las personas, sus sentimientos, son infinitos y cuando te arrimas a alguien, siempre descubres matices, inteligencia, sensibilidad. El cerebro humano siempre atrae y abriendo un poco la mente, descubres realidades distintas, situaciones complicadas, y, sobre todo, mucho amor. El amor y el sol son las fuentes de la vida. 

Hace tiempo que deseché la razón y la verdad como valores en si mismos, ya que creo que no existen, entendiendo los sentimientos, las emociones y el bienestar de la gente como lo único que me debe intranquilizar y, sin embargo, ¿Como llevar todo esto a cabo? ¿Como hacerlo hoy que me siento cojo, tuerto y manco? ¿Como escribir todo esto sin que empiece nada por la letra "P"? Ni rencor ni vergüenza contienen dicha letra.

Que corta es la vida y que lejos me siento. Aquel día en Chez Diao, en Kedougou, entendí mis miserias e intente resolver mis incongruencias. Hoy, los gusanos recorren mis venas y siento un leve cosquilleo en mi hígado.  Sin duda, no evalué bien las consecuencias y hoy, el tercer día de sol en San Sebastian en trimestres, son ya casi las siete de la tarde y aun no amanece. Suena Rulo y me animo! Vamos!!


PS. Un streaptease emocional siempre es complicado, pero, por considerarme razonablemente feliz, debo hacerlo: Se lo debo a alguien fundamental, maravilloso, sonriente, perezoso, glotón, vivo, cariñoso, enorme, sencillo, fantástico. Gracias por todo. 

Ten cuidado con el botón, no se te vaya a caer al pasar por el cuartel ;)


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