No sé vosotros, pero estoy un poco harto de oir hablar de la crisis. Evidentemente yo no estoy en paro, ni siquiera tengo apreturas económicas, lo que posiblemente reste credibilidad a este texto pero no me resigno...
La crisis es económica, éste es un hecho, y afecta a la economía de las personas y solo a eso. Y añado que solo afecta, que no destruye, generalmente, dicha economía. El ámbito me resulta extremadamente reducido ya que no afecta a ningun valor que considero fundamental para alcanzar la plenitud. El problema es que la rueda gira siempre en el mismo sentido, el éxito se asocia al dinero y a la estabilidad y no al estado de tu entorno o a la pureza de tus sentimientos.
Los ricos acabaran esta crisis más ricos y los pobres más pobres pero lo realmente importante es que los infelices lo serán aun más y que los que alcanzaron la plenitud resultarán airosos. No acusemos a nadie de las desgracias que nos rodean, no digamos que los bancos nos han traído hasta aqui, que si los políticos o las inmobiliarias o las constructoras nos han acercado al apocalipsis; mejor preguntémonos ¿Que puedo hacer para soportar lo que venga? ¿Como puedo ayudar a mi entorno? ¿De verdad estoy tan mal?
En los 12260 días que llevo caminando no he conocido ningún periodo de guerra, no he pasado hambre ni sed, no he vivido represión alguna, he podido estudiar y he gozado de libertad ideológica, sexual, moral y religiosa, soy de una generación privilegiada que no tiene derecho a quejarse de ninguna crisis pero a la cual tampoco enseñaron el camino que conduce a la felicidad.
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