domingo, 10 de abril de 2011

Sobre la felicidad...

Hace un tiempo un amigo me dijo que su objetivo en la vida era ser feliz. Creo que nadie podría decir lo contrario pero es tan abstracto el deseo que me ha dado que pensar. Estos pensamientos te los dedico, a ver si entre los dos nos aclaramos...;-).
Lo primero que he meditado es que no sé si existe la felicidad. Dentro de mi tan solo soy capaz de distinguir emociones y solo dos de ellas me acercan a la felicidad: El amor y la alegría. Si quieres y/o te sientes querido y/o si estás alegre es un buen momento. Y muchos buenos momentos puede considerarse como un acercamiento a ser feliz.
También me parece que para que un buen momento se pueda paladear hacen falta malos momentos. Nadie tendrá en consideración el amor si antes no sufrió el desamor. No es posible estar alegre si previamente no se ha estado triste. No valoramos la salud hasta que enfermamos y, muchas veces, no manifestamos a alguien que le queremos hasta que estamos a punto de perderle. Ésto también parece obvio pero lo que me ha dado que pensar es que el equilibrio emocional es fundamental. No nos enredemos cuando las cosas van mal y no demos botes de alegria cuando van bien, conservemos el equilibrio y relativicemos todo lo posible.
Otro hecho que me parece claro es que identificar lo que nos hace felices es imposible por un inconformismo innato a nuestro ser. Lo que hoy nos llena, mañana nos aburre. De modo contrario, nos es relativamente fácil encontrar aquello que nos molesta o nos aturde y aquellos que nos incomodan. Por ahí podíamos intentar algo. El único problema por el que deberíamos preocuparnos es aquel del que desconocemos la solución y todo aquello de nuestro entorno que nos hace infelices, aquello que desata nuestra ira o nuestra tristeza debería intentar ser apartado o minimizado.
Nada hay más placentero que sentirse querido y reconocido por el entorno, por la familia, por la pareja o los amigos. El consenso con el entorno y garantizarte que no caerás en una soledad obligatoria (la soledad voluntaria a veces es necesaria y placentera) es parte de la plenitud. Para conseguir eso solo veo un camino: Intenta mejorar la vida de los que te rodean sin importarte si lo merecen o no. Parte de lo que des retornará y, además, será la parte realmente importante, vendrá de aquellos que en tu vida tendrán un papel definitivo. Por el camino quedarán los que están de paso, con sus buenos momentos pero también con su inconstancia y su intrascendencia. ¿Como se mejora la vida de los demás?, cada caso, un mundo, la verdad es que no tengo mucha idea, pero dos conceptos: Escuchar con atención y no ser dogmático (nada de discursitos).
Como conclusión: Ser feliz del todo es imposible pero mantener el sueño es necesario. No seamos nunca mártires ni nos enredemos en los problemas. Manifestar el amor, controlar la ira y la tristeza y disfrutar de la alegría lo máximo posible. Mirar hacia adelante. Y cuidar de nuestro entorno.
Nunca deben hacernos infelices los asuntos del dinero, ni las personas pesimistas. Debemos convertir los malos momentos en medios para conseguir equilibrio y no verlos como el fin del mundo. Debemos prepararnos para la falta de un ser querido, para el desamor, para asumir las injusticias... esas cosas suceden, solo podemos afrontarlas mejor o peor. Salir de las fases depresivas lo antes que se pueda y lo mejor posible es acercarse a la felicidad.
La vida a veces es complicada pero siempre somos nosotros los que la complicamos del todo.
Escuchar a The Beatles o La Fuga e ir a Medina de Pomar son buenos momentos. Abrazar a un amigo, conversar con él, besar a una mujer y la risa siempre lo son. Es un principio.

2 comentarios:

  1. Muy bueno Mou. Estas hecho un filósofo. Como se nota lo que aprendiste de Barsen.

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  2. Sin palabras....me encanta tu vision de la vida, de los sentimientos....de la felicidad.

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