miércoles, 6 de abril de 2011

Malos tiempos para empezar a ser ingeniero

Terminé la carrera de Ingeniería de Caminos en 2002 y elegí el trabajo que quise. Cuando quise cambiar, elegí no solo el trabajo sino también el lugar, en 2005 con un aumento considerable del sueldo. Esos tiempos no volverán. A día de hoy según me consta habrá 3000 ingenieros de caminos en paro a final de año, aproximadamente un 10 %. El crecimiento es exponencial. En Diciembre de 2010 había 1000. Lógicamente los recién titulados tienen todas las de perder.
¿Realmente vale nuestro sueldo el trabajo que hacemos? Por un lado es verdad que generamos mucho valor añadido a las empresas que nos contratan y nuestra capacidad de sacrificio es claramente alta. Pero por otro lado cogimos la ola correcta y eso vale dinero. Preparémonos para negociaciones salariales a la baja, EREs y emigraciones. En décadas no va a volver a haber la obra que ha habido. Tenemos más AVE y autovías que nadie (y no somos los más ricos), un puñado de aeropuertos enormes sin casi uso (y no somos los más ricos) y las aceras mejor pavimentadas, reformadas y con farolas más modernas sin ser los más ricos ni de lejos. Cada ciudad tiene un museo híper moderno y un par de puentes de hormigón blanco. Y no me meto en lo de la vivienda que eso ya es de absoluta locura. Los privilegios caerán en picado. Eso es malo para nosotros pero creo que cualquier privilegio es malo para la sociedad.
Por otro lado, adaptémonos al entorno, aceptemos la situación y busquemos nuestro camino. Es nuestra crisis y debe reforzarnos como gestores integrales, aquello a lo que las empresas nos han obligado a convertirnos y que es algo en lo que somos de los mejores. Por otro lado aprovechemos si nos toca emigrar a conocer otras culturas y otras gentes (me acuerdo de Gorka) y si el paro nos toca, planteémonos de nuevo la vida que "elegimos" tener con tan solo 18 años, al elegir carrera universitaria. Sintamos las situaciones como nos vengan desde el ángulo mejor, el que otorgue mayor libertad.
Pero no pidamos al estado que haga obras para mantener nuestros puestos de trabajo a costa de un dinero que no tiene, no sigamos a los Lobbys de las constructoras (como hace nuestro colegio) que solo actúan en nombre de ellas, no en el nuestro. Y sobre todo no nos quejemos por retornar a la normalidad laboral, a los salarios ajustados y al equilibrio entre oferta y demanda, a sentir miedo por ser despedido y a ver a otros licenciados ganar más dinero que nosotros. Uno vale por lo que es y no por el titulo que tiene.

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